Mícalo Bermúdez, anfitrión de la actividad, no podía ocultar su felicidad,
allí estaban los que son rivales en el terreno, en un gran abrazo de hermandad,
conscientes de que la salud de los niños es más importante que todo.
Allí había una amplia delegación de la razón de
ser del evento, los niños con cáncer del Voluntariado
Jesús con los Niños.
Al final, tanto Albert Pujols como Mícalo Bermúdez agradecieron
el apoyo que recibió la actividad, donde lo que menos importó,
fue quien ganó.